Al celebrar el mes de la Historia de la Mujer es importante recordar a las mujeres transcendentales, especialmente las pasadas por alto y olvidadas. Una de ellas es Anne Sullivan, mejor conocida como la maestra y amiga de toda la vida de Helen Keller (escritora, activista, primer mujer sordociega en recibir una licenciatura en los estados unidos y quien aprendió a hablar con sus manos y a leer braille – una verdadera pionera en el movimiento de los derechos de las mujeres y de las personas con impedimentos). En Lighthouse Translations realmente admiramos a Sullivan como instructora y por su contribución al lenguaje. Y nos gustaría que la gente conociera más detalles de su vida.
Niñez
Los padres de Sullivan vinieron a los Estados Unidos, desde Irlanda, en la década de 1840 para escapar la Gran Hambruna, estableciéndose finalmente en Massachusetts. Tuvieron cinco hijos pero solo tres sobrevivieron más allá de la infancia, incluyendo a Anne, quien nació en 1866. Lo que quizás mucha gente no sabe es que Sullivan era prácticamente ciega luego de sufrir una enfermedad bacteriana de los ojos, conocida como tracoma, a los ocho años. Poco después su madre murió, y dos años más tarde su padre los abandonó porque pensaba que no podía cuidarlos. Anne y su hermano menor, Jimmie, fueron enviados a Tewksbury Almshouse, una casa sucia y superpoblada para pobres. Unos meses después de llegar, Jimmie murió, lo que dejó a Anne sin familia.
Educación
Para escapar las malas condiciones de Tewksbury Almshouse, Sullivan se enfocó en su educación y encontró una manera de matricularse en la Escuela para Ciegos Perkins en Boston. Aunque al principio lo pasó mal, finalmente Sullivan se graduó a la edad de 20 años con las mejores calificaciones de la clase. Durante su tiempo allí, a Sullivan le realizaron varias intervenciones quirúrgicas en los ojos que mejoraron su vista de manera significativa luego de pasar la mayor parte de su adolescencia ciega. Más importante, mientras estuvo en Perkins, se hizo amiga de Laura Bridgman, quien como Helen Keller, era sorda y ciega pero podía entender el idioma. Sullivan aprendió mucho de Bridgman, y sin duda alguna la relación entre ambas desempeñó un rol en el trabajo que Sullivan haría luego con Keller.
Enseñándole a Helen Keller
En marzo de 1887, menos de un año después de graduarse de Perkins, Sullivan se mudó a Alabama para convertirse en la maestra de Keller que en ese momento tenía siete años. Sullivan modificó su método de enseñanza para adaptarse a Keller, y dentro de seis meses esta había aprendido Braille, casi 600 palabras, e incluso algo de multiplicación. Al año siguiente, Sullivan acompañó a Keller a Boston mientras está asistía a Perkins. Allí Keller logró un progreso increíble, lo que la hizo famosa en gran parte porque Sullivan le pudo dar clases. Eso fue solo el comienzo para Keller. Logró cosas increíbles durante su vida, muchas con Sullivan a su lado mientras esa relación entre maestro y estudiante evolucionó a una amistad muy cercana durante la vida de ambas. De hecho, la misma Keller resumió el impacto que Sullivan tuvo en ella cuando dijo, ‘El día más importante que recuerdo de toda mi vida es el día que conocí a mi maestra, Anne Mansfield Sullivan’.